UNA ACTIVIDAD VALIOSA PARA MENTE Y CUERPO
La cultura de oriente, siempre ha generado mucha curiosidad en la sociedad de occidente. Sus prácticas, formas de vida y pensamientos han dado pie a que muchos estilos de vida en oriente, sean utilizados y practicados en occidente.
Uno de esos casos ha sido la práctica del T’ai-Chi-Ch’uan. La cuál, es una actividad marcial que está ligada directamente con aplicaciones terapéuticas que permiten mayor equilibro físico, mental y resistencia.
Desde su implementación en occidente, muchas personas han encontrado en esa actividad una forma de poder meditar a través de prácticas distintas a las tradicionalmente conocidas dado que mejora la calidad de vida física, mental y espiritual.
BENEFICIOS
- Fuerza, equilibro y resistencia
Al ser un ejercicio que cualquier persona de cualquier edad puede realizar, es importante saber que después de alrededor 12 semanas, tu cuerpo empieza a mostrar mejores signos de fuerza, equilibro y resistencia física y muscular.

- Mejora la capacidad aeróbica
Con el paso de los años, la capacidad aeróbica de las personas va disminuyendo gradualmente; sin embargo, quienes practican con regularidad esta actividad han demostrado que tiene mayor capacidad aeróbica con el paso del tiempo.

- Reduce el estrés
Es quizás uno de los mayores beneficios que se puede encontrar en esta práctica oriental. A través del movimiento y de una respiración pausada, se libera el estrés y aumenta la capacidad de concentración al equilibrar un movimiento y la respiración indicada para el mismo.

- Favorece las articulaciones
Algunos ejercicios que practicamos nos han desencadenado graves lesiones en algunas partes del cuerpo por llevar al extremo la fuerza o resistencia de los mismos. A través del T’ai Chi se fortalecen las articulaciones ayudando a adquirir posturas correctas y corrigiendo problemas en ellas.

Conocer sobre esta practica es entrar en un mundo distinto, donde tu respiración, tu mente y tu cuerpo deben de encontrar el equilibro ideal para poder liberara tu energía a través de movimientos conscientes y pausados.
En esta práctica, los brazos, manos, piernas, dedos, espalda y cabeza juegan un papel indispensable para poder realizar las diversas posturas que serán benéficas para cuerpo y espíritu.
¿Tú, te animarías a realizar esta práctica milenaria? ¡Déjanos tus comentarios en la parte de abajo! Estaremos felices de leerte.




